Calera de la Tejería

La cal fue un producto muy importante en el pueblo de Montán hasta mediados del siglo XX. Se utilizaba principalmente en la construcción, aunque su uso abarcaba más campos como es la agricultura o la higiene , entre otros. Para su producción se utilizaban los hornos de cal o caleros, los cuales se situaban generalmente en terrenos preferiblemente con pendiente, cercanos a los barrancos y en zonas boscosas donde abundaban la piedra caliza y el combustible de leña como ramas de arboles, arbustos o matorral. En el proceso de transformación de la cal, las piedras calizas de  alto contenido en carbonato cálcico (CaCO3) se cocían para convertirse en cal viva, oxido de cal (CaO). Después de la hornada y fuera del horno, el producto resultante se hidrataba hasta formar la cal apagada, hidróxido de calcio (Ca(OH)2), lista para su aplicación.

La etapa de calcinación de la piedra comenzaba con la limpieza del horno de los restos de hornadas anteriores para seguidamente “armar el horno”. Es entonces,cuando se prendía una gran cama de leña en la caldera, la cual se alimentaba través de la boca del horno. Generalmente durante los primeros tres días se mantenía la llama a fuego vivo para mantener una temperatura alta y constante, alrededor de los 1000 º C. los siguientes días, se cerraba la boca del horno para terminar la cocción de las piedras con el calor residual. Una vez enfriado el horno se procedía a retirar las piedras ya cocidas para su comercialización. Todo el proceso de producción, entre preparación, horneado, enfriamiento y la retirada del material podía durar hasta un mes y medio de trabajo.

Las partes más significativas de un horno de cal son:

  • La boca del horno. Es la apertura donde se introduce la materia combustible hacia el interior: Desde el exterior de la boca se controla el fuego.
  • La cámara de combustión, también llamada “olla” o caldera. Es el hoyo interior, generalmente cilíndrico, excavado en el terreno donde se deposita la leña y se produce la combustión: La cámara se recubre contra el terreno con un paredado llamado “caixa” y se remata con una repisa o poyete perimetral que sirve de apoyo al horno.
  • Los muros de cerramiento, denominados “cintell”en algunos lugares. Suponen la prolongación de los muros de la “caixa” y su función es delimitar el espacio del horno,a al vez que mantiene el calor durante la calcinación. De ahí, sus grandes espesores y la capa de mortero de arcilla en su interior.
  • Armado del Horno. Es la estructura de piedras calizas que se dispone en cada hornada para su cocción . Esta formada por una falsa cúpula mediante aproximación de hiladas con piezas colocadas “a hueso”. Las piedras se colocaban según su formato y dimensión en diferentes partes de dicha estructura para la correcta cocción en su conjunto. Esta cúpula se cubría de arcilla y cal de mala calidad formando el “capell”, actuando como aislante térmico.

La calera de la Tejeria esta situada en las inmediaciones del núcleo urbano. Su emplazamiento en la base empinada de la montaña le confiere una ventaja constructiva. En este sentido, introducir la cámara de combustión en el propio perfil del terreno mejora la conservación del calor durante la cocción de las piedras a la vez que reduce la ejecución de los muros de cerramiento, pues solo se levantan en su zona central o portada.

Antes de su intervención, a finales de 2023, el estado de conservación era muy deficiente debido a los efectos del paso del tiempo, tanto por causas meteorológicas como por acciones humanas. La cubrición de tierras sobre el horno sólo permitía contemplar algunos de sus elementos constructivos como: el inicio de los muros en el frente del horno, algún tramo del paramento interno con fragmentos de revestimiento de cal y de barro, evidencias superficiales de la cámara de combustión y restos incompletos del poyete.

No obstante, gracias a la excavación se pudo conocer la verdadera singularidad de la calera, logrando reconstruir parcialmente sus alzados para una mejor lectura en interpretación de esta tipología patrimonial tan relevante en el municipio de Montán.

En la ubicación de calera puedes encontrar más información realizada por Ánima Arquitectura.

Acueducto de la Teja

El barranco del Pinar presenta en uno de sus lados la conocida como Senda de las Fuentes en cuyas inmediaciones encontramos un paraje medioambiental muestra de la sostenibilidad de las actuaciones de nuestros antepasados. Accedemos a este espacio desde el GR 7 por una senda señalizada que a través de pinares nos conducirá por el lateral de un barranco hasta encontrar el magnifico acueducto de la Teja . Esta construcción de piedra seca que cuenta con tres arcos que se corresponden con el mismo número de ojales por los que puede pasar el agua en episodios de lluvias torrenciales. El acueducto se construyó para pasar el agua de la fuente de la Teja desde el lado del barranco en el que nace hasta el opuesto permitiendo el riego de aquellas tierras. A un lado y al otro encontramos una orografía peculiar que nuestros antepasados transformaron en terrazas para proceder al cultivo de esas tierras.

Dado que la fuente de la Teja se encuentra en la parte más alta del monte , nuestros antepasados viendo que el caudal no era demasiado grande crearon un sistema de balsas cada dos terrazas que permite ir acumulando el agua para proceder después al riego por inundación. En el lateral que nace el manantial tenemos tres balsas y una acequia que las comunica y que asentada en el acueducto comunica un extremo del barranco con el otro. El agua sobrante bajaría por el propio barranco hasta  el citado del Pinar con lo cual no se desaprovechaba ni una gota de agua al tiempo que un espacio predestinado a ser de secano pasaba a ser de regadío.

Desde el acueducto se puede continuar por la senda hasta llegar a la parte más alta conocida como la Hoya Antimo. Todo el entorno cuenta con múltiples  muestras de la técnica de la arquitectura en piedra seca pudiéndolo observar tanto en las paredes de las terrazas, en los arcos del acueducto como en el corral que encontraremos en el inicio de la senda. Estas construcciones están catalogadas en el registro de Arquitectura de piedra en Seco de la Villa de Montán. El conjunto es un espacio medioambiental digno de ser venerado y recordado y un huella más de aquellos que nos precedieron.